Gaviota
2014
Balneario Buenos Aires, Uruguay
Superficie Construida:
1100 m2
Esta chacra se encuentra inmersa en la fotogénica campiña uruguaya. La idea fue generar, a partir de un bloque realizado en piedra rústica de granito, un sistema de volúmenes que, además de admirar la campiña, organicen una serie de patios y espacios típicos de una casa de campo, pero propios de una composición moderna.
Se accede a la casa por un generoso cortijo que contiene espacio para autos, similares a los utilizados en las estancias para los típicos y antiguos carruajes. El juego armonioso de volúmenes monolíticos de granito van organizando estos patios con la ayuda, además, de grandes muros del mismo material.
Teniendo presente las increíbles vistas al lago y a la campiña, se acomodaron los cuerpos de los ambientes principales para que todos tuvieran vistas de primera. Estos ambientes debían salir a un jardín en el nivel de los solados interiores y, para ello, se levantó un muro de piedra contenedor de una gran plataforma verde que generó un desnivel donde se ubicó la zona de la pileta y la parrilla. Esta plataforma, de alrededor de una hectárea, hizo que la casa descanse sobre suelo firme, equilibrando el nivel de “tectonicidad” del gran volumen de piedra.
Nunca quisimos perder la idea de casa de campo. Por eso, pensamos en que fuera recorrida por largas sombras de pérgolas de lapacho y ornamentada con Santa Rita de color fucsia. Los materiales utilizados fueron pocos, sólo el hormigón y los tablones de madera antigua, rescatados de un convento del Sur de Brasil, que le dieron a la obra el carácter de lo usado y de la buena vejez, más la piedra de granito que aporta su fortaleza y la convierte en una casa con muy bajo mantenimiento.
Gaviota
2014
Balneario Buenos Aires, Uruguay
Superficie Construida:
1100 m2
Esta chacra se encuentra inmersa en la fotogénica campiña uruguaya. La idea fue generar, a partir de un bloque realizado en piedra rústica de granito, un sistema de volúmenes que, además de admirar la campiña, organicen una serie de patios y espacios típicos de una casa de campo, pero propios de una composición moderna.
Se accede a la casa por un generoso cortijo que contiene espacio para autos, similares a los utilizados en las estancias para los típicos y antiguos carruajes. El juego armonioso de volúmenes monolíticos de granito van organizando estos patios con la ayuda, además, de grandes muros del mismo material.
Teniendo presente las increíbles vistas al lago y a la campiña, se acomodaron los cuerpos de los ambientes principales para que todos tuvieran vistas de primera. Estos ambientes debían salir a un jardín en el nivel de los solados interiores y, para ello, se levantó un muro de piedra contenedor de una gran plataforma verde que generó un desnivel donde se ubicó la zona de la pileta y la parrilla. Esta plataforma, de alrededor de una hectárea, hizo que la casa descanse sobre suelo firme, equilibrando el nivel de “tectonicidad” del gran volumen de piedra.
Nunca quisimos perder la idea de casa de campo. Por eso, pensamos en que fuera recorrida por largas sombras de pérgolas de lapacho y ornamentada con Santa Rita de color fucsia. Los materiales utilizados fueron pocos, sólo el hormigón y los tablones de madera antigua, rescatados de un convento del Sur de Brasil, que le dieron a la obra el carácter de lo usado y de la buena vejez, más la piedra de granito que aporta su fortaleza y la convierte en una casa con muy bajo mantenimiento.