Paix
2011
La Barra, Uruguay
Superficie Construida:
3470 m2
Paix es un edificio residencial de cuatro niveles ubicado en primera línea frente al mar, en un terreno con un remate excepcional: una esquina elevada sobre las rocas, con vista franca al horizonte y orientación al poniente. Aprovechando este privilegio natural, el volumen se escalona en planta y se abre progresivamente, logrando que todas las unidades cuenten con una vista panorámica ininterrumpida hacia el mar.
El edificio alberga 10 amplios departamentos de aproximadamente 200 m² cada uno. Todos los espacios principales —estar, dormitorios principales y terrazas— se orientan frontalmente al océano. Sobre la calle posterior de acceso se ubican los dormitorios secundarios y los baños. A esta organización se suman patios interiores, concebidos como cajas de madera que, gracias a sus relieves naturales y la entrada cenital de luz, generan una atmósfera de calidez poco habitual en edificios de este tipo. En la planta baja, estos patios se transforman en jardines, reforzando la conexión con el exterior.
La materialidad del proyecto se plantea con un lenguaje claro y reducido, buscando intensidad en la simpleza. La madera de lapacho reviste fachadas, postigos, cielorrasos exteriores y patios; el hormigón visto se expresa con crudeza y honestidad en losas y jardineras perimetrales. El acero corten resalta elementos puntuales como la puerta principal y la baranda/macetero que corona la terraza.
La vegetación es parte integral de la propuesta arquitectónica, incorporada como un material más. Se utiliza perimetralmente como remate de los diferentes niveles, en maceteros continuos en la última planta, y acompañando accesos y recorridos laterales. Esta estrategia funciona como un filtro natural que aporta privacidad y a la vez una lectura más orgánica y amable de las fachadas.
El subsuelo se resuelve como una planta libre, con una amplia recepción, patios internos y áreas de uso común: parrillero, gimnasio, spa, sala de cine y de TV. Hacia el mar, el jardín principal se abre generoso, con una piscina elevada de borde infinito revestida en piedra laja, que refuerza la continuidad visual con el océano.
Las terrazas del último nivel son de uso exclusivo para las unidades superiores. Cuentan con parrillero, solárium y una vista privilegiada sobre el mar, el pueblo de La Barra y la península, consolidando así la experiencia de habitar este paisaje excepcional.
Paix
2011
La Barra, Uruguay
Superficie Construida:
3470 m2
Paix es un edificio residencial de cuatro niveles ubicado en primera línea frente al mar, en un terreno con un remate excepcional: una esquina elevada sobre las rocas, con vista franca al horizonte y orientación al poniente. Aprovechando este privilegio natural, el volumen se escalona en planta y se abre progresivamente, logrando que todas las unidades cuenten con una vista panorámica ininterrumpida hacia el mar.
El edificio alberga 10 amplios departamentos de aproximadamente 200 m² cada uno. Todos los espacios principales —estar, dormitorios principales y terrazas— se orientan frontalmente al océano. Sobre la calle posterior de acceso se ubican los dormitorios secundarios y los baños. A esta organización se suman patios interiores, concebidos como cajas de madera que, gracias a sus relieves naturales y la entrada cenital de luz, generan una atmósfera de calidez poco habitual en edificios de este tipo. En la planta baja, estos patios se transforman en jardines, reforzando la conexión con el exterior.
La materialidad del proyecto se plantea con un lenguaje claro y reducido, buscando intensidad en la simpleza. La madera de lapacho reviste fachadas, postigos, cielorrasos exteriores y patios; el hormigón visto se expresa con crudeza y honestidad en losas y jardineras perimetrales. El acero corten resalta elementos puntuales como la puerta principal y la baranda/macetero que corona la terraza.
La vegetación es parte integral de la propuesta arquitectónica, incorporada como un material más. Se utiliza perimetralmente como remate de los diferentes niveles, en maceteros continuos en la última planta, y acompañando accesos y recorridos laterales. Esta estrategia funciona como un filtro natural que aporta privacidad y a la vez una lectura más orgánica y amable de las fachadas.
El subsuelo se resuelve como una planta libre, con una amplia recepción, patios internos y áreas de uso común: parrillero, gimnasio, spa, sala de cine y de TV. Hacia el mar, el jardín principal se abre generoso, con una piscina elevada de borde infinito revestida en piedra laja, que refuerza la continuidad visual con el océano.
Las terrazas del último nivel son de uso exclusivo para las unidades superiores. Cuentan con parrillero, solárium y una vista privilegiada sobre el mar, el pueblo de La Barra y la península, consolidando así la experiencia de habitar este paisaje excepcional.